Convencidos de que los mensajes que se transmiten en positivo generan fortaleza, compartimos un breve texto de Edith Stein para fortalecer nuestro interior:
Cuando miro a un hombre a los ojos, su mirada me responde. Me deja penetrar en su
interior, o bien me rechaza. Es señor de su alma, y puede abrir y cerrar sus puertas.
Puede salir de sí mismo y entrar en las cosas. Cuando dos hombres se miran, están
frente a frente un yo y otro yo. Puede tratarse de un encuentro a la puerta o de un
encuentro en el interior. Si se trata de un encuentro en el interior, el otro yo es un tú.
La mirada del hombre habla. Un yo dueño de sí mismo y despierto me mira desde
esos ojos. Solemos decir también: una persona libre y espiritual. Ser persona quiere
decir ser libre y espiritual. (Stein, 2003, p. 648)