Nuestro lema, “Tengo un plan para ti”, refiriéndose a un pasaje del profeta Jeremías (29, 11-14), en el cual Dios se manifiesta como padre amoroso, todopoderoso y empeñado en  que cada  uno de nosotros seamos felices y seamos luz para otras personas.

El nuevo curso nos ofrece la oportunidad de ser felices y de ayudar a otros a encontrar la felicidad. A esto nos orienta nuestro lema: “¿Cuál es el plan de Dios para cada uno de nosotros? ¿Cuál es su sueño para ti, para mí, para ellos?”. Dios tiene para nosotros un deseo de paz y esperanza, no de aflicción ni sufrimiento.

En un mundo donde a menudo nos sentimos presionados a tener todo bajo control debemos permitir que Dios guíe nuestros pasos. Él nos recuerda que, si nos relacionamos con Él y le pedimos lo que necesitamos para vivir y ser su sueño, Él nos escucha. Debemos confiar en que Dios conoce nuestros anhelos más profundos y que su plan, aunque a veces misterioso, está diseñado específicamente para nuestra felicidad y realización.

Si buscamos a Dios de todo corazón, lo encontraremos, y Él transformará nuestras vidas. Dios nos sale al encuentro para que sepamos que nos acompaña siempre y actúa en nosotros. Además, nuestra vocación tiene una dimensión comunitaria: estamos llamados a servir, a amar y a transformar el mundo a nuestro alrededor.

Es fundamental descubrir el lugar donde nuestros talentos y pasiones se encuentran con las necesidades del mundo, y donde nuestro corazón encuentra su verdadera alegría en consonancia con el plan de Dios. Te invitamos a confiar en Dios y a caminar de la mano con Él en la búsqueda de nuestro propósito. Aunque el camino pueda parecer incierto, la verdadera felicidad se encuentra en descubrir y vivir el plan que Dios ha soñado para cada uno de nosotros.

¡BIENVENIDOS!